Patrimonio

Chullpas de Umala

Proyecto de restauración de Chullpas en el altiplano de Bolivia

En la localidad de Umala, en la provincia Aroma,

Muy cerca de la carretera Patacamaya - Tambo Quemado

Chullpas de Umala - diseñobolivia.com
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El epicentro es el yacimiento arqueológico Huayllani-Cóndor Amaya, que en aimara significa sitio de paja en el que el cóndor ha muerto. En la extensión del recorrido son visibles enormes estructuras de barro y piedra, generalmente cuadrangulares, dentro de las que existe una bóveda en la que antiguamente se colocaban encogidos los restos humanos.

La técnica de edificación de estas tumbas tiene variantes, puesto que algunas son solo de arena mientras en otras está mezclada con algo de paja y piedra. Las chullpas, cuyo concepto se asemeja a las pirámides egipcias, son la "materialización de la espiritualidad que existía en el inicio del pueblo aimara", según la especialista en conservación patrimonial y encargada del proyecto, la griega Irene Delaveris.

Chullpas de Umala - diseñobolivia.com
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La reconstrucción de las ‘chullpas’ es la tercera etapa de un proyecto que contó con la colaboración de la Embajada de Suiza en Bolivia, que anteriormente se realizó en los sitios arqueológicos de Culli Culli y Qiwaya, del departamento de La Paz.

Las chullpas son cuadrangulares, de colores rojizos o café, como la tierra del lugar, situadas en medio de cerros y pampas en el altiplano boliviano, resistentes al sol abrasador y al viento helado. "Hay (torres funerarias) de dos periodos (culturales), de los Señoríos Aymaras (preincaico) y otro del Inca-pacajes, en un intento de conjugar o intercambiar formas de la cultura inca".

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El trabajo que se realizó entre julio y noviembre de 2018 consiguió salvar la estructura de once chullpas de un total de 28 que hay en el lugar y que tienen distintas características. Algunos habitáculos son muy grandes y pueden tener hasta unos diez metros de alto, mientras que otros solo dos, generalmente aquellos que se han derruido por el paso del tiempo.

Delaveris indicó que en el altiplano boliviano, donde abundan estos monumentos, está afincada la creencia de que las chullpas "te pueden entrar en el cuerpo y te puedes morir", lo que ello incidió indirectamente en su conservación ya que la gente evitaba acercarse. Sin embargo, estos recintos sagrados de la cultura aimara han sido objeto de "saqueos" de momias y restos humanos que en ellos se depositaban, algo "muy preocupante" porque se pierde información histórica de relevancia, advirtió.

El mito en torno a las chullpas relata que era el nombre de un pueblo que vivía de noche, con la luna, y que las puertas de sus casas debían ubicarse al este para evitar los rayos del sol que, creían, iba salir por el lado opuesto. La leyenda cuenta que cuando el sol salió por el este quemaron a las chullpas y murieron.

Chullpas de Umala - diseñobolivia.com
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La costumbre de hacer chullpas nació por el siglo X y XI d.C., por parte de los denominados Señoríos Aymaras, tras el desplome de la cultura Tiahuanaco, y la práctica se extendió al periodo incaico y hasta entrada la colonia española. Estas construcciones se usaban para el sepelio de gente pudiente, de la realeza, de autoridades religiosas o militares. Son edificaciones de tierra y paja y en menor cantidad de piedra. Tienen una altura de 2 a 8 metros y de 2 a 4 de ancho y todas con una pequeña puerta de ingreso.

Por toda la zona del poblado hay un total de 39, algunas derruidas por los implacables rigores del tiempo y el clima, el único rastro de culturas pasadas.  No se conoce con precisión cuántas chullpas hay en toda la región andina de Bolivia. Sólo en el departamento de La Paz hay unas 300, según un cálculo del Ministerio de Cultura boliviano de junio de 2018. En el Perú también existen similares construcciones, algunas circulares.

Chullpas de Umala - diseñobolivia.com
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"Para mí es una expresión de ingeniería única a nivel mundial, porque estas construcciones no se han construido en ninguna otra parte del mundo con esta técnica", señala deslumbrada Delaveris. Las paredes de las chullpas evidencian "una mezcla de paja entera (abundante en el lugar) con el barro" y que, por lo tanto, "genera un tejido como de los textiles", explica la arqueóloga Pero además se ha establecido que "hay un compuesto orgánico que no se ha identificado todavía, pero que puede ser el colágeno de los huesos de las llamas (auquénidos andinos) o alguna planta local que le ha dado una dureza que ha permitido la preservación por siglos".

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Todas las puertas de ingreso de las chullpas de Cóndor Amaya están hacia el este, por donde sale el sol. Ello ha originado que surjan leyendas y mitos sobre maleficios del astro rey. Otras explicaciones racionales indican que el único fin era evitar los efectos del viento y la lluvia procedentes del oeste. Severina Flores, tejedora de lana y criadora de ovejas del lugar, recuerda que cuando era niña las torres funerarias causaban temor. "Antes, nunca nos acercábamos cuando era 'wawa' (niña), porque cuando nos acercábamos nos enfermábamos, pero después hemos comenzado a acercarnos, poco a poco".

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Por el lugar circula la versión de un vecino, don Estanislao Colque, quien dice que las torres preincaicas "vivían con la luna" y "caminaban por la tierra" hace mucho tiempo.  Entre los castigos mitológicos, cuenta don Estanislao, la tierra cambió de posición y el sol dejó de salir por el oeste y nació en algún tiempo por el este, "quemando" a las chullpas que tenían su dirección en sentido contrario. "Es un mito, pero valioso, porque la mitología es también parte del patrimonio", agrega Delaveris.



Créditos

Chullpas de Umala

Responsable de proyecto: Lic. Irene Delaveris (TEI Athens) - Esp. Guido Mamani

Ubicación: Umala, Provincia Aroma, departamento de La Paz, Bolivia

Año de proyecto de restauración 2018-2019

Año de obra: 2020

Fuentes: ANF / EFE


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2020


La Merced - Laura Gumiel Z.

Arq. Laura Andrea Gumiel Zeballos

Revalorización del Conjunto Eclesiástico de La Merced

Sucre, Bolivia.

Revalorización del Conjunto Eclesiástico de La Merced Cortesía: Arq. Laura Gumiel

Revalorización del Conjunto Eclesiástico de La Merced

Cortesía: Arq. Laura Gumiel

La ciudad de Sucre capital de Bolivia es representante del patrimonio edificado de la fundación del país, al mantener inmuebles administrativos, civiles y religiosos; que son testigos de la historia y cultura de aquella época.

Dentro de los inmuebles religiosos está la Iglesia y convento de la Merced, siendo una de las primeras en ser construida en la ciudad; teniendo una gran importancia por ser testigo de acontecimientos históricos, como los levantamientos libertarios y culturales como danza, arte y gastronomía que caracterizaban su contexto social.

La Merced forma parte esencial del sistema de conjuntos religiosos que conforman el centro histórico de Sucre. Que hoy en día se encuentre en un estado de degradación y sin función alguna, afecta no solamente el patrimonio arquitectónico, sino que equivale a la perdida parcial de la historia nacional.

La Gestión del Patrimonio se define como: Aquellos valores que se obtienen de un ascendente, dicho de otro modo, posee una estrecha relación con el término llamado herencia” (Real Academia Española (RAE), 2019). Dichos valores a nivel internacional han alcanzado un considerable protagonismo en la actualidad; debido a que representan una identidad cultural humana, que se traduce en un conjunto de bienes tangibles e intangibles que se acumulan a lo largo del tiempo en una nación, obteniendo un valor significativo.

El Patrimonio Cultural se encuentra ligado a los conceptos de protección, conservación y puesta en valor; debido a que con el pasar de los años los monumentos catalogados como patrimoniales representan la identidad de una sociedad. Esto se traduce en un conjunto de asentamientos materiales y costumbres, sin embargo, para qué estos bienes muebles e inmuebles trasciendan en el tiempo, depende de que generen y mantengan una actividad, ya sea la original para la cual fueron edificados o adoptar una nueva que se ajuste a las necesidades actuales del usuario contemporáneo.

Revalorización del Conjunto Eclesiástico de La MercedCortesía: Arq. Laura Gumiel

Revalorización del Conjunto Eclesiástico de La Merced

Cortesía: Arq. Laura Gumiel

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Revalorización del Conjunto Eclesiástico de La Merced

Cortesía: Arq. Laura Gumiel

Ante los innumerables inmuebles patrimoniales que están perdiendo su valor y su función en Bolivia es pertinente mencionar que muchos se han destruido, llevándose con ellos parte de la cultura e historia que los envolvía.

A pesar de que la ciudad de “Sucre es catalogada como Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1991” (UNESCO, 1991); se ve con frecuencia la problemática anteriormente mencionada. Por tanto, se hace necesario encarar un estudio de revitalización que permita recuperar su importancia y recobrar la vigencia de estos monumentos por medio de su puesta en valor. Esta acción debe estar acompañada por políticas privadas y estatales de incentivo para la preservación de estos inmuebles. El estudiar un tema como el de reactivación de inmuebles patrimoniales, en este caso de un conjunto eclesiástico, resulta de suma importancia; puesto que las preservaciones de estos monumentos tienen más valores de los que aparentan.

Se puede mencionar que “El patrimonio cultural, la herencia, no es solo el objeto o la idea, el monumento, la obra de arte, o el mueble, ni tan solo siquiera la fiesta, o la palabra, o el traje o el plato; lo es también la circunstancia cultural que está envuelta en él y que lo explica como un elemento de gran cultura” (Sarmiento Nova, 1994)

Revalorización del Conjunto Eclesiástico de La Merced   Cortesía: Arq. Laura Gumiel

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Predomina el color blanco en las edificaciones, el color amarillo ocre en los zócalos, y las tejas de color naranja.

Existen tres materiales que predominan en la fachada según su elemento arquitectónico; los zócalos que son de piedra, cubiertas de teja colonial, y los balcones y puertas de madera y los acabados de cal arena.

La estrategia consiste en hacer una fusión de los dos valores, puesto que el objetivo es generar actividades que posibiliten el mantenimiento del inmueble, además de generar nuevos espacios que cubran necesidades actuales revitalizando el conjunto Arquitectónico al invitar a recorrer no solamente el ex convento sino también la Iglesia entrando a formar parte de la estructura turística de la ciudad.

Se tomó la decisión de hacer un balance dentro del inmueble, teniendo un mayor porcentaje el valor de consumo, puesto que es necesario para el mante-nimiento del inmueble y reactivación como conjunto, al plantear actividades que son llamativas para la población.

El valor de uso tiene un total del 40% puesto que es relevante por los valores patrimoniales de la iglesia, sin embargo, en el contexto boliviano las actividades únicamente de culto o museo no generan un uso constante de estos inmuebles. Por tal razón se propone fusionar ambos valores con el fin de gestionar y promo-cionar el patrimonio tangible (conjunto eclesiástico) y el patrimonio intangible (Gastronomía y arte).

Revalorización del Conjunto Eclesiástico de La Merced Cortesía: Arq. Laura Gumiel

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Cortesía: Arq. Laura Gumiel

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El concepto nace de la idea de entender los tiempos de la edificación, es decir que se hará evidente para el usuario espacialmente la percepción del pasado, presente y futuro, por el contraste de la materialidad, las formas y la espacialidad que se diferencia entre la construcción antigua y la nueva. los espacios se relacionan a partir de este concepto, la Arquitectura nueva está concebida con la idea de que el usuario aprecie el patrimonio desde cualquier punto el inmueble viendo el proyecto con un marco que envuelve la iglesia.

Revalorización del Conjunto Eclesiástico de La MercedCortesía: Arq. Laura Gumiel

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Cortesía: Arq. Laura Gumiel

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Arq. Laura Andrea Gumiel Zeballos

Arq. Laura Andrea Gumiel Zeballos

Sobre la autora:

Laura Andrea Gumiel Zeballos nace en la ciudad de Sucre en el departamento de Chuquisaca, Bolivia.

Se desarrolla en el ámbito cultural y artístico como bailarina en diferentes estudios de danza y se interesa por la preservación de la arquitectura patrimonial y el arte.

El año 2015 Ingresa a la Universidad Católica Boliviana “San Pablo” (UCB) en la ciudad de la Paz, para estudiar la carrera de arquitectura en esta etapa participa de diferentes conferencias referidas a la arquitectura y urbanismo.

El año 2017 en ingresa a la Sociedad científica de la carrera, posteriormente en sexto semestre realiza una pasantía de trabajo en la Escuela Taller de la ciudad de Sucre dedicada a la preservación y restauración de bienes patrimoniales también participa como voluntaria en la construcción de viviendas de ayuda social en la fundación Hábitat para la Humanidad en el Proyecto “te esperamos en casa”.

El año 2019 fue presidenta de la Sociedad Científica “Aptos” de la carrera de Arquitectura, en la misma gestión obtuvo el primer lugar en un trabajo de investigación presentado por la S.C “Aptos”, en la ciudad de Santa Cruz en la 2da Jornada de Iniciación Científica en Arquitectura (JICA) organizado por la carrera de arquitectura de la UCB regional Santa Cruz. Durante la gestión 2019 inició la investigación para su proyecto de grado obteniendo la licenciatura en arquitectura con distinción y honores en la defensa del proyecto el año 2020.

Posteriormente fue invitada al Seminario de Presentación de Proyectos de Grado WEBINARQ como disertante, organizado por la carrera de arquitectura de Universidad Autónoma Tomas Frías de la ciudad de Potosí; realizo un diplomado en restauración patrimonial impartido en UCB regional La Paz y actualmente se encuentra realizando un diplomado en la Modelado y gestión de Proyectos BIM.


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2020

Casa de la moneda

Casa Nacional de La Moneda / Potosi, Bolivia

Construcción – 1759 a 1773

 

Primera Casa de Moneda

La sorprendente extracción de la plata del Cerro Rico, el crecimiento de la población, la expansión del comercio y el inesperado auge que alcanzó la ciudad de Potosí, entre otros factores, creó la necesidad de organizar un centro de acuñación.

Antes de instalarse una Casa de Fundición y de Moneda en la Villa Imperial de Potosí, el modo de beneficiar la plata era fundiéndola con plomo al igual que los indígenas en unos hornos rústicos llamados “guairas”. Los españoles copiaron este procedimiento y mandaron construir 6.000 hornillos y “echaron allí los minerales de plata, sin mezcla de otro alguno, siendo dóciles, corrientes y de toda ley, y daban fuego hasta derretir la plata quedando aparte la escoria”.

Años más tarde se llegó al beneficio mediante el azogue, creado por Pedro Fernández de Velasco que lo enseñó en Perú en 1571, introducido en Potosí por el virrey Francisco de Toledo al año siguiente.

Respecto a la moneda, circulaba el metal argentífero sin sellar que tuvo la denominación de “plata corriente”. En 1572 Toledo se quejaba que “desde diez legua de la Ciudad de los Reyes acá, no sólo no corre moneda acuñada, pero aún ni un real he visto ni que se haya”. En su visita a esta Villa en diciembre de 1572, ordenó la construcción de varios edificios públicos reorganizando con criterio de urbanista la ampliación de calles y plazas y mandó al mismo tiempo la edificación de una casa donde se amalgamara y frabricara moneda de plata.

Según una memoria de gobierno, se argumentaba: “…para evitar el daño entendí que la república recibía con la mala plata corriente que andaba, mandé fundar y pasar allí, la Casa de Moneda, con tanta contradicción como V.M. ha visto cosa tan necesaria para las pagas que se hacían a los dichos indios y para el comercio de la república”.

En una provisión dada por Toledo, se confirma que por su orden se mandó a fundar la ceca de Potosí, quien argumenta de la siguiente forma:

“…avos los oficiales rreales dela rreal aza desu magd que rresidis en la Villa ynperial de Potosí sabed que Jhoan de Yturrieta tesso de la cassa de la moneda que por mi mandado esta fundada en la dha Villa me ha ssido hecha rrelacion diziendo que por ser la dha casa nueba y por no entender los Vezinos y moradores della y tratantes y mercaderes el Veneficio dela dha moneda noan metido ni meten a labrar…”

Asimismo, don Alejandro Garland, en su obra “Los medios circulantes usados en el Perú”, relata al respecto “encontrándose difícil e inconveniente la conducción de las piñas o barras desde este asiento mineral hasta la Casa de Moneda de Lima, se decidió a clausurar provisionalmente ésta y erigir una nueva en Potosí como lo hizo en 1572”, en la Plaza del Regocijo a cargo del maestro en obras Jerónimo Leto.

La visión del virrey Francisco de Toledo lleva adelante la construcción de la primera Casa de Moneda en estas alturas. En 1572 se pusieron los cimientos en las inmediaciones de la plaza del Regocijo (Plaza 10 de Noviembre) bajo la responsabilidad del alarife potosino Jerónimo de Leto, concluyendo la obra después de tres años. Su costo ascendió a 8.321 pesos, un tomín y 13 gramos de plata.

La acuñación de monedas se inició de inmediato en base a una tecnología rudimentaria que se mantuvo por 212 años, desde 1572 hasta 1767.

Concluida la construcción de una Casa de amonedación, la ceca de Potosí emprende a la acuñación de la moneda legal, la primera rendición sacada corresponde entre 1574-1575. Existe un documento que demuestra que Potosí acuñó moneda legal desde 1574; una primera partida testimonia que se amonedó 26.531 pesos. Desde el 28 de marzo de 1574 hasta 7 de diciembre de 1575 pagó por señoreaje un real por marco en cumplimiento a la ordenanza de 15 de febrero de 1567 que dispone “que de cada marco de plata se cobre un real de señoreaje” .

“Yten ade aver su magd. veynte y seis mill e quinientos e treynta y un rreales que le pertenecieron del señoraje de veinte e seis mill y quinientos y treynta y un marcos de Plata que sean metido a labrar por su magd, y por personas particulares desta villa en la casa de la moneda della desde veynte y ocho dias del mes de março de setenta y quatro que se començo a labrar en la dicha casa hasta el hultima partida que fue en siete de dizienbre deste año de setenta y cinco como costa, por testimonio firmado de martin de Reçusta escrivano dela dicha casa dela moneda”

Fueron tan conocidas las monedas emitidas durante ese periodo en el mundo que se extendió la frase inmortalizada por Miguel de Cervantes y Saavedra. “Vale un Potosí” económica, por su éxito o su fracaso en este círculo que marcaba el Cerro Rico”

Segunda Casa de Moneda

Transcurren cerca de 150 años de funcionamiento de la primera Casa de Moneda y pese a que la producción de plata del Cerro Rico atravesaba un periodo crítico, las autoridades reales de España conciben el proyecto de poner en marcha el “relanzamiento” del preciado metal. Constituía esta decisión un desesperado esfuerzo para enfrentar la crisis del Reino, sufragar los gastos de guerras inútiles y el abultado costo de una frondosa nobleza improductiva.

España, vuelve la mirada a Potosí. Su montaña generosa no se agotaba aún.

El relanzamiento de la plata se pone en marcha.

Una de las principales medidas es construir una nueva Casa de Moneda que deje atrás las deformes “macuquinas” (que por tan largo tiempo circularon) y lance al mundo reales columnarios o de busto.

Su Majestad ordena a las autoridades potosinas construir la nueva ceca, pero estas a la cabeza del gobernador Ventura Santelices y Venero se oponen argumentando que lo más acertado sería ampliar la antigua, es decir, la toledana de 1575.

Las diferencias de criterios se prolongan por mucho tiempo y, al final, se impone la orden del Rey que envía al experimentado arquitecto Salvador de Villa que residía alternativamente en México y Lima para ejecutar tan ambicioso proyecto. La construcción duró de 1759 a 1773.

Moneda acuñada en la Real Casa de la Moneda

La historia de los trabajos es interesante y reveladora.

Solo mencionando que ocupa una superficie de 7.570 metros cuadrados y ostenta cerca de 15.000 metros cuadrados construidos se tiene una idea gráfica de su majestuosidad que se complementa con cinco patios y alrededor de doscientos ambientes. Su arquitectura barroca adquiere una vistosidad variada desde cualquier ángulo. Su portada, sus techumbres, sus balcones del primer patio, sus vigorosas paredes de piedra labrada y bolona con partes de fino ladrillo, en fin, en su conjunto aparenta una fortaleza infranqueable.

Como referencia de su prolija edificación basta recordar que en el maderamen se emplearon 450 vigas, 1.239 tijeras, 10 planchas, 820 alfajías, 20 tirantes, l20 soleras, 1.200 tablas, 2.109 tablas odinarias, 40 tablones y 20 pearas de madera en trozo.

Cuando la enorme casa se inauguró el 31 de julio de 1773, el erudito cronista Pedro Vicente Canete, decía:

“Todo el edificio es de piedra labrada de cantería con dos altos techados de cedro y otras excelentes maderas: muchas ventanas con rejillas de fierro y vidrieras y con pocos balcones a la calle. El primer patio se destino para habitaciones de los ministros principales, con una casa para cada uno, dividiéndose las pertenencias de un solo corredor que tiene en cuadro. Con atajadizos de madera que las distingue por letreros de empleo a quien corresponden. Con respectiva entrada y salida por diferentes escaleras… ‘

¿Y el precio de la construcción?

Al concluirse se hizo un balance, de acuerdo a los documentos, arrojando un costo de 1.148.452 pesos y 6 reales. Los entendidos estiman que hoy en día esta suma representaría alrededor de diez millones de dólares.

Razón tenía, el Rey Carlos III de expresar al ser informado de la terminación de la obra y su costo estas palabras “todo el edificio debe estar hecho de plata pura…”

Aparte del costo monetario, en casi tres lustros, miles de obreros contribuyeron con su esfuerzo. Indígenas, albañiles, maestros, ayudantes, carpinteros, plomeros, cerrajeros, capataces sin dejar de lado supervisores, contadores, ingenieros, arquitectos. El Arquitecto Salvador de Villa, muere después de cuatro años de labor en 1764 y es reemplazado por su discípulo Luis Cabello que a su vez transfiere la responsabilidad en 1765 a Jaime San Just. La organización técnico-administrativa de la Casa de Moneda se sujetaba a estrictas reglamentaciones elaboradas en el Consejo del Rey. Comprendía el Tesorero como máxima autoridad, siguiéndole en jerarquía el Ensayador que tenía la misión de analizar las barras de plata y verificar los detalles pertinentes, colocando también las iniciales de su nombre en las monedas. Cualquier irregularidad o fraude eran de su exclusiva responsabilidad.

Máquinas laminadoras de plata de la Casa Nacional de Moneda.

El fundidor obedecía las instrucciones del ensayador, el tallista labraba los cuños y el balanzario controlaba el peso de las monedas. Aparte de este personal se asignaban ayudantes y otros colaboradores.

Planta baja de las máquinas laminadoras de plata. Casa Real de Moneda. Siglo XVIII

Desde luego, tan delicada labor requería que cada casa de amonedación disponga de sitios para batir los cospeles de plata y convertirlos en moneda; eran hornazas donde se encontraban los acuñadores, capataces, guardias y negros esclavos e indígenas que hacían los trabajos más pesados”.

“Esos cargos, que inicialmente, se concedían por favor o merced, posteriormente se vendían en subasta pública y tenían como renta los derechos que se cobraban sobre lo acuñado”.

Como evocación histórica quedan en la memoria colectiva los otrora familiares términos de “la moneda de martillo, la moneda a volante, la matriz, el punzón, el cuño o troquel, el cospel, el corte, el cercén, la cizalla, el blanqueado de la moneda…”

Razón tienen los numismáticos al sostener que “la ceca de la Villa Imperial fue cuna de las corrientes monetarias que alimentaron a las vastas zonas del Río de la Plata, así como Lima lo fue para la costa del Pacífico y Cartagena de Indias y Santa Fe de Bogotá para la llamada sierra firme”. Sin embargo, la trascendencia de la inagotable riqueza de plata, llevó a proclamar esta verdad en Europa y el Nuevo Mundo: “no hay parte del mundo civilizado, ni museo histórico numismático que no contenga cien veces el nombre de Potosí y el de su Casa Real de Moneda, una de las más conocidas del orbe y la segunda en América después de la de México, su hermana mayor por poco tiempo”.

Casa Villanueva, Arq. Emilio Villanueva.

La época neocolonial de Villanueva no fue una de las etapas mas afortunadas de su obra, pues en este estilo es débil y carente de creatividad. Pero si fue indispensable en el camino que recorrió su obra que definiría su rol como el arquitecto boliviano más importante del siglo XX.

En origen la residencia del arquitecto, de planta casi rectangular, se emplaza en el solar dejando retiros en los cuatro lados perimetrales. Organizada a partir de un zaguán y un patio central, en cuyo lado norte ubica las escaleras, dispone las áreas funcionales en los tres lados restantes, y en la planta alta diseña un corredor que da acceso a las dependencias frontales y a la terraza posterior.

Influenciado por el así llamado estilo internacional, esta residencia efita compromisoscon cubiertas de paños inclinados y prefiere una plana que queda escondida por un parapeto perimetral.

La fachada frontal esta compuesta por tres elementos fundamentales: el pórtico de ingreso con cajón sobresalido con balcón superior influenciado claramente por la portada de la iglesia de san francisco, con la misma forma de arco trilobulado tallado en piedra; el balcón en esquina con carpintería de madera y tableros tallados con motivos florales barrocos; y la ventana sobresalida con cubierta de teja y rejería sobrepuesta. El resto de los vanos tienen arco de medio punto.

Fotografías: d.b

(texto y planos extraídos del libroArq. Historicista” por: Arq. Jose Luis costa B.)

Oficiales Reales, Arq. Luis Prado R. + Luis Pozo

Pabellon de Oficiales Reales , Potosi, Bolivia

Arq. Luis Prado R. + Luis Pozo

2004

Este proyecto se programó con el fin de rehabilitar el inmueble del Pabellón de los Oficiales Reales que se encontraba en muy mal estado y con parcial abandono.

Gracias al apoyo brindado por la Junta de Andalucía y la Comuna Potosina, se rehabilitó este inmueble del patrimonio cultural, con la construcción de 12 departamentos de interés social, 5 comercios y dependencias para actividades culturales a cargo de la Comuna Potosina, sin alterar el entorno arquitectónico exterior ni interior, más bien se rescató el valor arquitectónico que lució en sus días de esplendor. El trabajo fue proyectado por profesionales técnicos de la Junta de Andalucía y de la Asociación Civil Plan de Rehabilitación de las Áreas Históricas de Potosí (AC-PRAHP).

Cabe indicar que los propietarios no perdieron sus derechos sobre el inmueble, estando obligados a cuidarlo y mantenerlo sin alteraciones.

El proyecto tuvo diferentes actividades preliminares y en particular las que mencionamos a continuación:

a)    Análisis Histórico.- A cargo de los historiadores Miguel Ángel Elizondo y Alfredo Tapia, cuya importancia radicó en que se sacó a la luz una parte destacada de la historia de la ciudad de Potosí.

b)     Relevamiento del estado actual.-  A cargo de los arquitectos Luis Prado Ríos y Erland Ovando, del Téc. Dib. Miguel Villena y del Sr. José Luis James, con un trabajo descriptivo a través de fichas que indican:

1.- Número y ubicación del ambiente. 2.- Análisis espacial. 3.- Análisis de la estructura. 4.- Elementos.

Este relevamiento queda como testimonio de cómo era el inmueble antes de la intervención.

c)    Exploración arqueológica.- A cargo del arqueólogo Ramón Sanzetenea, responsable del Museo Arqueológico de la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba.

d)    Exploración de Pintura Mural.- A cargo de los técnicos José Fernández Gallo y Shirley Marcela James.

e)    Relevamiento Topográfico.- Realizado por el Top. Vicente Coro y su equipo de alarifes.

f)    Dibujo.- A cargo del Arq. César Llorenz y de lostécnicos dibujantes Miguel Villena y Gonzalo Guzmán.

g)    Relevamiento de necesidades, relevamiento arquitectónico, exploraciones y asolamiento.

h)    Análisis y diagnóstico estructural actual de las estructuras de cubierta, paredes y cimientos.

i)    Revisión con los propietarios.- A cargo de la abogada del Proyecto Dra. Gladys Cox Salazar.

Toda la documentación detallada y catalogada de los estudios se encuentra en los archivos de la AC-PRAHP.