Lugar no lugar - Alfredo Román Bulacio

“Lugar no lugar” - Alfredo Román Bulacio

Arte digital - 2020

Bolivia

Lugar no lugar -  Cortesía: Alfredo Román Bulacio

Lugar no lugar - Cortesía: Alfredo Román Bulacio

Lugar no lugar -  Cortesía: Alfredo Román Bulacio

Lugar no lugar - Cortesía: Alfredo Román Bulacio

Texto cortesía de: Lesly Moyano**

“Sentimientos durante la cuarentena COVID-19” es el enunciado que inspira la propuesta de Román que nos invita a reflexionar sobre aquellos sentimientos a través de los cuales, bajo una cuarentena obligatoria, obligados a abandonar el afuera y habitar el adentro, empezamos a escribir, re-escribir o de-escribirnos en un relato que nos enfrenta, por un lado, con nosotros mismos y por otro, con el otro.

El cuerpo, postula Marc Augé en su libro “Los no lugares. Espacios del anonimato” (pág. 66) es un “espacio compuesto y jerarquizado que puede recibir una carga desde el exterior”. Es justamente esa mirada constituida como una “carga del exterior” y propuesta en esta obra, que nos sitúa desde un punto de vita subjetivo a dos ventanas, dos exteriores de un interior cifrado por una rejilla, típica de los hogares alojados en el centro de alguna ciudad cualquiera. Típicas, si, pero individualizadas en la forma de su estructura metálica: los órganos reproductivos de una mujer y un hombre. Dos características que definen, en la tradición cultural binaria, dos tipos de humanidad. Dos tipologías culturales, dos imágenes cuya estructura visual está construida en base a un código binario y que representan dos lugares, ¿No lugares?

Pues. ¿qué serían los lugares, no lugares?

“Ciertos lugares no existen sino por las palabras que los evocan, no lugares en este sentido o más bien lugares imaginarios, utopías triviales, clisés” dice Marc Augé en su libro, y, en este sentido, las dos ventanas con sus rejas típicas estructuran dos formas que representan dos palabras las cuales definen el lugar que cada quién ocupa en la cultura, cualquier cultura. Pero, ¿en qué momento estos lugares definidos se transforman en no lugares? ¿lugares de utopías triviales? Pues se transforman desde el punto de vista en el cual Román sitúa nuestra mirada que devendría, como plantearía Augé a propósito de la mirada baudelairiana, como “un movimiento que vacía de todo contenido y de todo sentido el paisaje” – en este caso un paisaje urbano configurado por el exterior de dos ventanas- “y la mirada que lo toma por objeto”. La mirada nuestra de la mirada propuesta por Román “puesto que, precisamente la mirada se funde en el paisaje y se vuelve el objeto de una mirada segunda e inasignable: la misma otra”.

Esta forma de mirar la mirada es la que transforma estas dos ventanas, estos dos lugares del mandato social, bajo la palabra que las define, en “no lugares”.

Y podríamos decir que la mirada de la mirada cuestiona, por un lado, las construcciones culturales desde el órgano biológico, y por otro, nos devela una forma interesante de aproximación a nuestra estrecha relación con las ventanas: los últimos meses hemos experimentado el distanciamiento social, un ejercicio de espacialidad física, pero que al mismo tiempo ha ido achicando el espacio global por medio de la virtualidad de las ventanas. Las de discursos que encierran otros discursos: podríamos pensar en los cuadros ventana de Dalí o Magritte, o en la mítica exposición fotográfica “espejos y ventanas” curada por John Szarkowski en 1960 en el MOMA. Podríamos también citar el sinfín de fotografías de ventanas y vistas de ventanas compartida por miles de usuarios de la imagen alrededor del mundo durante sus respectivas cuarentenas por el COVID-19 en Instagram.

La ventana, R. Magritte, 1925

La ventana, R. Magritte, 1925

“La figure a la finestra” - Salvador Dalí

“La figure a la finestra” - Salvador Dalí

John Szarkowski, Window, 1960

John Szarkowski, Window, 1960

** Lesly Moyano es Licenciada en Bellas Artes, fotógrafa, curadora de arte contemporáneo y colaboradora de @everydaybolivia . Trabajó como fotoperiodista para medios de prensa en Santa Cruz. Su trabajo explora los paisajes domésticos y cotidianos como una forma de significar sus mundos inmediatos. Actualmente, la maternidad es uno de esos mundos.


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2020