FUERA DEL MOLDE, es una serie de entregas que presentan a los arquitectos que han aplicado sus fondos de arquitectura a trayectorias profesionales alternativas.
En esta entrega, hablamos con Jader Almeida, un diseñador brasileño de muebles y productos.
¿Eres un arquitecto trabajando fuera de la caja? ¿Conoces a alguien que haya cambiado de carrera y tenga una historia interesante para compartir? Si desea sugerir un (ex) arquitecto, envía un mensaje a d.b.
Brasil ocupa un lugar especial en la historia del modernismo. Brasilia, la capital federal del país, quizás sea el mejor ejemplo de los principios modernistas de la planificación urbana. Y figuras influyentes como Lina Bo Bardi y Oscar Niemeyer diseñaron algunos de los edificios más emblemáticos de la era, introduciendo formas orgánicas e influencias regionales en el vocabulario típicamente sobrio del Estilo Internacional.
Si el modernismo, o su estética, se desvaneció en gran medida de la popularidad durante la segunda mitad del siglo XX en muchas partes del mundo, en Brasil, su legado aún persiste en la actualidad. O al menos ese es el caso de diseñadores como Jader Almeida, cuyos muebles recuerdan y refuerzan la estética del modernismo brasileño.
Originalmente formado como arquitecto, Almeida trabaja principalmente como diseñador de productos en la actualidad, aunque mantiene un interés en volver a la profesión. Sus diseños minimalistas y formalmente elegantes hablan de la estética de mediados de siglo, pero implican procesos contemporáneos de fabricación y diseño.
¿Dónde estudiaste arquitectura?
Estudié en Santa Catarina, sur de Brasil. Mi título fue muy rico en información. En ese período trabajé principalmente como diseñador de productos debido a algunos cursos técnicos, experiencias de trabajo y viajes.
¿En qué momento de su vida decidió dedicarse a la arquitectura?
A menudo digo desde que era un niño. Siempre quise hacer, estudiar o trabajar con algo relacionado con proyectos, diseño, creación, etc. Siempre me fascinó.
Cuando era adolescente, fui a una escuela técnica, formando profesionales. Allí pude entender cómo funcionaban las cosas en la práctica. Esta inmersión me llevó naturalmente a la elección de mi título. Elegí la arquitectura por el rango de posibilidades que ofrece la profesión; por supuesto, mi fascinación por la arquitectura también me ayudó con la decisión.
¿Cuándo decidiste dejar de seguir la arquitectura? ¿Por qué?
En realidad, nunca me detuve. La arquitectura puede ser clasificada por diferentes escalas y actuaciones. En este momento, mi práctica en arquitectura se centra en la arquitectura interior comercial.
Describe tu profesión actual.
Dividí mi tiempo entre el diseño del producto (muebles, iluminación, accesorios pequeños, grifos, etc.), diseño de interiores para tiendas, puntos de venta y estrategias comerciales. Tengo una rutina de viaje intensa, ya sea para investigación o visitas a clientes.
¿Qué habilidades adquirió en la escuela de arquitectura, o en el trabajo en la industria de la arquitectura, que han contribuido a su éxito en su carrera actual?
Aprendí desde el principio que todo el proyecto es parte de un solo principio. Lo que cambia es la escala: podría ser [cualquier cosa, desde] una pluma a una ciudad. Aprendí que cuando hay una base consistente, cualquier diseño tiene éxito. Entonces, esa fue una buena lección aprendida y se convirtió en una habilidad.
¿Tienes interés en volver a la arquitectura?
Absolutamente.